Prospección de nuevos sitios fosilíferos y arqueológicos en el área del Arroyo del Vizcaíno

La extinción finipleistocénica tiene gran importancia académica y ética, debido a la potencial influencia humana en ese proceso continuado hasta el presente. En los continentes Oceanía y América del Norte existe evidencia que relaciona la presencia humana con la extinción de la megafauna, mientras que en América las fechas aceptadas para el arribo humano están justamente en los últimos milenios del Pleistoceno, con la mayor antigüedad para un sitio en EEUU de 15.500 años. En Uruguay, el sitio pleistocénico del Arroyo del Vizcaíno constituye uno de los yacimientos más importantes del país por tres motivos principales. En primer lugar constituye, incluso considerando solamente su volumen, uno de los yacimientos de vertebrados más importantes del país. Se han colectado cerca de 1100 piezas en un área relativamente pequeña, un número que posiciona a la colección correspondiente como la 5ª más grande del país en lo que respecta a vertebrados fósiles. En segundo lugar, los restos identificados pertenecen a unos 20 individuos de 11 especies diferentes (perezosos gigantes, gliptodontes, toxodonte, mastodonte, caballo fósil, dientes de sable). Además, varios de estos elementos presentan marcas, algunas de ellas son interpretadas como realizadas por herramientas por su ubicación y características morfológicas. Finalmente, esta evidencia de presencia humana y de interacción humanos-megafauna es inesperada, porque sus dataciones arrojan casi 30.000 años de antigüedad. Potencialmente la planicie de inundación del arroyo Vizcaíno, el área baja de unas 3 hectáreas de superficie, es el contexto del cual la zona ya explorada es la parte accesible. Este proyecto intentará identificar y delimitar una nueva zona con sedimentos fosilíferos, ampliando de esta manera el yacimiento original. Dada la gran acumulación y diversidad encontrada en el sitio original, es necesario para progresar en la prospección llevar el debido control tafonómico y geológico. La zona ya estudiada es la base para completar un modelo paleoecológico que incluya la ampliación. Asimismo, estos progresos deben basarse en una adecuada cronología del Pleistoceno, contexto sin el cual los diversos enfoques aquí planteados verían resentida su validez. Se proseguirá con las excavaciones con detalle arqueológico, se refinará la cronología (por radiocarbono y termoluminiscencia) y la identificación anatómica y sistemática del material. Se analizará la tafonomía de los restos (preservación, regiones anatómicas, orientación, marcas de posible factura humana). Se ampliará el conocimiento geológico definiendo la microcuenca y el paleorrelieve usando modelos digitales, con técnicas directas (topografía detallada y perforaciones) e indirectas (geofísica), identificando las facies sedimentarias por análisis de estructuras, mineralogía y granulometría. Asimismo, se realizarán análisis de de isótopos estables para definir el ambiente (abierto o cerrado) y las preferencias dietarias de los vertebrados hallados, y de las arcillas para establecer los procesos de alteración superficial.