Imagenología y seguimiento de pacientes con riesgo de encefalopatía tras una asfixia perinatal

La enfermedad derivada de la asfixia al nacer se llama encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI). Aunque la consecuencia más frecuente es la parálisis cerebral tipo diplejia espástica hay una gama de alteraciones que producen distintos tipos de problemas motores, cognitivos, del lenguaje, entre otros. Como medida neuroprotectora sólo se agrega al cuidado intensivo, la hipotermia inducida, que es capaz de beneficiar a un pequeño grupo de pacientes con EHI. Entre el diagnóstico inicial, muchas veces difícil de catalogar con exactitud y la evolución final, existen pocos elementos que puedan valorar el tipo de lesión, dar una idea de pronóstico que oriente al tipo de encefalopatía que desarrollará y ayudar a padres y equipo de salud a entender mejor esta patología. En los últimos años han surgido nuevas tecnologías como el monitoreo de función cerebral, la enzima lactico deshidrogenasa plasmática en las primeras horas de vida y la resonancia magnética nuclear con estudio de coeficientes de difusión y espectroscopía por resonancia magnética que realizadas oportunamente pueden tener valor pronóstico. Nuestro país cuenta actualmente, dependiendo del Depto de Neonatología y de Imagenología del Hospital de Clínicas, con los estudios antes mencionados. Es por esto que se ha diseñado la presente propuesta, con el objetivo de incluír pacientes recién nacidos en riesgo de desarrollar EHI y luego de su valoración inicial completa con los mencionados estudios, además de los usuales criterios clínicos y gasométricos de asfixia perinatal, se les dará seguimiento clínico durante 18 meses para establecer la correlación correspondiente entre los hallazgos iniciales y la evolución neurológica.