Espacios Públicos Barriales y derecho a la ciudad. El caso de los complejos culturales que implementa la Intendencia de Montevideo en barrios populares

El problema de inclusión social a ser abordado interdisciplinariamente por el presente proyecto refiere a los límites (materiales, sociales y simbólicos) en el acceso de los diversos sectores de la población que habitan los barrios populares, para el uso y apropiación de espacios públicos barriales (EPB),y al alcance de la incidencia de los vecinos respecto a las intervenciones que el Estado desarrolla en relación a dichos espacios. Ambos componen el problema del ejercicio del derecho a la ciudad (Harvey, 2008), en nuestro caso, en lo que refiere a los EPB. Nos proponemos analizar el proceso de diseño e implementación del complejo cultural que la Intendencia Municipal (IM) proyecta para el barrio Flor de Maroñas (FM), mediate el reacondicionamiento de los espacios que actualmente existen en su casco histórico, y la construcción de otros nuevos. El mismo se enmarca dentro de la Proyección de Obras Fondo Capital (2015-2020) del Gobierno Departamental, según la cual “se espera contribuir de manera importante a la cohesión social, inclusión y convivencia” (Intendencia de Montevideo, 2015). Tomaremos como soporte para dicho análisis la experiencia del Centro Cívico de Co-gestión Cultural SACUDE de Casavalle, que se implementa desde 2010 en el barrio Municipal de Montevideo, dado que la propia IM lo toma como modelo. La heterogeneidad de los barrios populares de Montevideo en lo que refiere a la configuración de distintos espacios residenciales producto de la urbanización neoliberal de la segunda mitad del siglo XX (Boronat, 2014), en relación a lo cual Flor de Maroñas no es una excepción, ha complejizado sus dinámicas, poniendo en evidencia la desigualdad social y la segregación al interior de dichos barrios, lo que suele expresarse en el acceso diferencial al uso y disfrute de sus EPB. La IM, entre otros aspectos, busca dar respuesta a estas realidades mediante estrategias de renovación urbana que involucran la intervención en espacios publicos, promoviendo la democratización en el acceso a los mismos. El complejo cultural instrumentado en Casavalle y el proyectado para Flor de Maroñas son parte de estas estrategias. Por su parte, la Comisión de Fomento “Plaza y Teatro Flor de Maroñas”, ha venido gestionando numerosas actividades (escenarios de carnaval, talleres y actividades en el teatro, festejos y eventos relevantes para el barrio) con el objetivo de mejorar la relación entre los vecinos del barrio, procurando incorporar la diversidad que este contiene. En lo que refiere a la participación de vecinos y vecinas en relación a los EPB, el proyecto de Modalidad 2 (Proyectos de Investigación e Innovación orientados a la inclusión social, CSIC, 2016), puso de manifiesto que el Presupuesto Participativo es concebido por los actores municipales como la herramienta por excelencia para la incidencia de los vecinos, a pesar de expresar sus limitaciones. Mientras tanto, otras formas de participación aparecen debilitadas, lo que confirma los resultados de investigaciones que señalan cierta distancia entre la formulación de las intencionalidades políticas (Lladó, 2010) y las prácticas de relación entre los actores municipales y la sociedad civil. En el marco de los procesos de descentralizaciòn que la IM implementa desde los años ‘90 (Veneziano, 2008), es fundamental producir conocimientos sobre las experiencias de gestión de los EPB que permitan ampliar el escenario democrático (Umbarila, 2015) articulando los saberes técnicos con los que se producen en la experiencia cotidiana de los barrios populares. Dada la dimensión de la intervención proyectada en Flor de Maroñas, se prevé un impacto importante en la zona, tanto desde el punto de vista físico como social. La particularidad de las propuestas de complejos culturales, en cuanto a su diseño, a la concentración de actividades en un mismo espacio y a la modalidad de gestión, requiere ser analizada con atención para producir conocimientos que aporten a mejorarlas en el sentido de favorer sus propósitos. Además de promover el derecho a la ciudad, pretendemos aportar a la adecuación y pertinencia del complejo cultural proyectado en el barrio Flor de Maroñas, teniendo en cuenta su historia, sus procesos identitarios, sus prácticas corporales y las transformaciones físico-espaciales y sociales que ha experimentado en los últimos años. Se empleará una metodología cualitativa y de investigación-acción, involucrando una diversidad de actores: municipales, vecinos, organizaciones sociales y operadores de instituciones locales. Las técnicas a implementar son: análisis documental, entrevistas en profundidad, observaciones, y talleres participativos. Particularmente se prevé participar de un espacio de trabajo que ha comenzado a funcionar en Flor de Maroñas con con el objetivo de planificar conjuntamente el diseño y la implementación del complejo cultural, el que está integrado por los actores antes mencionados. En estas instancias se irán socializando los avances de la investigación y se compartirán las recomendaciones que surjan de la misma, a los efectos de su discusión y de orientar las decisiones que posibiliten abordar el problema de inclusión planeado. Tanto la IM, a través de su Programa “Esquinas de la Cultura” como la Comisión de Fomento “Plaza y Teatro Flor de Maroñas” han avalado la presentación del presente proyecto expresando su disposición a incorporar los resultados del mismo. Ello, junto con el vínculo que el equipo universitario que lo lleva adelante (Espacio de Formación Integral “Interdisciplia, Territorio y Acción Colectiva”) tiene con otros actores barriales, se constituyen en condiciones favorables para incorporar los resultados de la investigación en sus prácticas y en las decisiones que se adopten.