Desarrollo de ingredientes funcionales con efecto sobre la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles a partir de subproductos de la industria.

Actualmente el aumento de los residuos de la producción agroindustrial de alimentos es un tema de preocupación en todo el mundo. En Europa se están iniciando políticas promoviendo la prevención de residuos en todas las etapas de la vida(CE, 2012), teniendo como base los conceptos de simbiosis industrial y economía circular, donde los residuos se utilizan como materia prima para nuevos productos y aplicaciones. La gran cantidad de residuos producidos por la industria de los alimentos (RPIA), además de ser una gran pérdida de compuestos bioactivos, también plantea serios problemas de gestión, tanto desde el punto de vista económico como ambiental. La producción de frutos cítricos a nivel nacional asciende a unas 287 mil toneladas anuales, de las cuales un 28% es destinado a la industria, predominando las naranjas (52%) y las mandarinas (36%) (MGAP-DIEA, 2015). El sector exportador está conformado por cinco empresas que producen jugos concentrados, aceites esenciales y una de ellas, base para pectina y pellets para alimentación animal (Arocena, 2007; Olivero, 2011). Actualmente el descarte de residuos industriales de la producción de jugos, principalmente cáscaras y orujos constituye un problema y un desafío para la industria citrícola, ya que es un residuo con alta humedad, que fermenta fácilmente y de alta carga biológica y tradicionalmente han sido removidos del proceso de producción como materiales indeseables. Una de las enfermedades crónicas de alta incidencia en el Uruguay es la diabetes. La diabetes mellitus tipo II o no insulino-dependiente supone el 80-90% de los casos de diabetes. Produce trastornos metabólicos caracterizados por una elevación inapropiada de la glucosa en sangre (hiperglucemia), que da lugar a complicaciones crónicas como cataratas, retinopatías, neuropatías (Münch et al., 2012), aterosclerosis, nefropatías y mala cicatrización. Existen trabajos en los que se muestra el efecto de ciertos alimentos como frutas y plantas que actúan en la prevención de las complicaciones asociadas a la diabetes tipo II, (Arulselvan et al., 2014; Banihani et al., 2013; Ghosh Tarafdar et al., 2015; Gugliucci et al., 2009; Martineau et al., 2006; Wang et al., 2011). Este efecto podría estar dada por la presencia de compuestos fenólicos presente en ciertas frutas que tienen la capacidad de inhibir la formación de “productos finales de la glicación avanzada AGEs” que contribuyen al incremento del estrés oxidativo e inflamación vinculados recientemente a la epidemia de diabetes y enfermedades cardiovasculares (Uribarri et al., 2015, Wang et al., 2011). Si bien es sabido que una dieta saludable contribuye a prevenir la incidencia de diabetes tipo II, son escasos a nivel nacional los productos alimentarios cuyo consumo se recomiende para disminuir el riesgo de contraer dicha enfermedad. El proyecto pretende obtener un extracto bioactivo, revalorizando un subproducto de la industria citrícola, que inhibe el proceso de oxidación y glicación relacionados con el desarrollo de patologías asociadas a la edad, libre o encapsulado, como potencial ingrediente en la formulación de nuevas opciones alimentarias.