Calidad de gobierno, gasto público social y financiamiento: impacto en la trayectoria de crecimiento económico de países de América Latina, 1950-2011.

Entre 1820 y 2008, el PIB per cápita de América Latina pasó de 0,9 a 2,8 veces el PIB per cápita de los países desarrollados de Occidente. Si bien durante este período existieron etapas en las que se lograron disminuir las diferencias, la perspectiva de largo plazo indica que la región no transitó por una trayectoria de convergencia respecto a las economías líderes (Bértola y Ocampo, 2010). La imposibilidad para sostener altas tasas de crecimiento por períodos prolongados ha generado, a su vez, obstáculos importantes para resolver problemas distributivos y de pobreza (Banco Mundial, 2006). Tradicionalmente se ha considerado a la política fiscal como una herramienta eficaz para influir sobre la generación de riqueza y la distribución del ingreso de las economías (Musgrave, 1959). Más recientemente, se ha identificado que el monto que los estados destinan a la promoción del “capital humano” y la protección social puede incidir significativamente no sólo en los logros en materia de bienestar sino también de crecimiento económico de los países (Denison; 1980; Lucas, 1988; Romer, 1990; Barro, 1991; Anand y Sen, 1994). En el caso de América Latina, múltiples estudios han hecho énfasis en el carácter altamente procíclico de la política fiscal, lo cual amplifica la volatilidad económica y afecta negativamente el crecimiento (Hausmann et al, 1996; Gavin y Perotti, 1997; Martner y Tromben, 2003; Kaminsky et al. 2004). Se ha señalado que las finanzas públicas regionales están “atrapadas” en un círculo de imposición regresiva, escasez de recursos y escasos efectos del gasto en la desigual distribución del ingreso, acompañadas por una deslegitimación de las instituciones fiscales y del papel del Estado (Machinea, 2007; Gómez Sabaini y O’Farrell, 2009). Considerando este contexto, el presente proyecto tiene como objetivo estudiar el rol de factores institucionales ligados a la “calidad de gobierno” para explicar la elección del nivel del gasto público social y su financiamiento por parte de los diferentes países y evaluar, a su vez, la incidencia de estas herramientas fiscales en su desempeño económico. El análisis comprende 12 países de América Latina entre 1950 y 2011. El enfoque comparado se complementará con una discusión específica para el caso de Uruguay, desde principios del siglo XX. La propuesta de investigación se desarrollará en base a un modelo empírico que permite determinar la importancia de los factores institucionales en la elección de diferentes herramientas de política fiscal y, a su vez, estimar los efectos de estas políticas de gastos e ingresos del gobierno en el crecimiento económico de los países bajo estudio. Se espera que los resultados de investigación brinden nuevos indicios para reflexionar sobre las restricciones institucionales que operan en la asignación de recursos públicos. También para comprender en qué sentido podrían alterarse dichas asignaciones, de modo de obtener efectos positivos sobre el crecimiento económico futuro.