El Arte Marcial como camino: Análisis del Hapkido como práctica de inclusión social
Programa:
Año:
2015
Área Proyecto:
Instituto Superior de Educación Física
Las artes marciales y los deportes de combate son un campo poco estudiado en Uruguay, sin embargo se ha constatado un crecimiento exponencial de su práctica, principalmente en la ciudad de Montevideo y la franja fronteriza con Brasil.
Este estudio no se fundamenta únicamente por este motivo, sino por estudiar los efectos que ejercen los dispositivos de enseñanza (junto a otra serie de acciones) sobre los practicantes, principalmente niños y jóvenes, en territorios donde la población se ve sometida a situaciones de vulnerabilidad social, tomando como antecedentes a Vales (2008), Gómez – Ferrer (2005, 2010), Mora (2013, 2015), buscando aportar a las respuestas (mediante el análisis del Hapkido) de las preguntas ¿qué hace que las artes marciales sean procesos educativos (en cuanto a la formulación de sus contenidos y objetivos propios)? y ¿cómo deben ser sus prácticas para que sean consideradas educativas?.
Con este proyecto se pretende entonces investigar las posibilidades que otorga la práctica de artes marciales y deportes de combate, más específicamente un determinado dispositivo de enseñanza de “Hapkido”, para promover inclusión social de niños y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad, en el marco de la obra salesiana Picapiedras en Melo, Cerro Largo.
Se explorarán los contenidos de enseñanza que presenta esta disciplina, tanto las habilidades técnicas como hábitos que promueve, en base a los cuales sostenemos la hipótesis de que unido a un acompañamiento institucional particular, contribuyen a bajar los niveles de impulsividad en jóvenes y niños (Vales, 2008). Se busca de esta manera visualizar al Hapkido tanto como alternativa educativa, que como estrategia de prevención temprana a los problemas que conllevan la exclusión social.
En este trabajo de investigación – acción, se trabajará con los núcleos familiares, haciéndolos participes de la causa, destinado de esta forma no solo a la inclusión social, sino a fortalecer el vínculo de la familia con el proceso.
Se intentará demostrar además, que el espacio de trabajo fomenta valores tales como la lealtad, respeto, confianza, igualdad, cooperación, cortesía, integridad, perseverancia y auto-control, para en este sentido, contrarrestar los efectos descriptos por Bauman (1999) en su teoría de la “Modernidad Líquida”, donde caracteriza la sociedad moderna, por el individualismo en perjuicio del pensamiento colectivo, una pérdida de valores y pilares institucionales, que históricamente fueron base en la formación y sustento de la familia.-
Se aspira trabajar en prevención, involucrando a la familia y grupos de pares, en el entendido de que se pueden modificar ciertas conductas y hábitos, para promover la autonomía de la persona y el trabajo colectivo.
Como fin último, involucrar a los jóvenes en un proceso transformador y a la vez, reproductores de este espacio para las generaciones venideras.-
Responsables:
Monto total:
$25000.00