Conceptualización y sistematización del sesgo en los Sistemas de Organización y Representación del Conocimiento

Los Sistemas de Organización y Representación del Conocimiento son estructuras de representación del conocimiento, que organizan y promueven la gestión de la información, y que tienen por objetivo principal facilitar su recuperación temática en bibliotecas, centros de documentación y otras unidades de información. Estos sistemas son creados según estándares y concepciones, buscando en sus estructuras la mayor neutralidad y equidad en el momento de representar conceptos. Dentro de estos sistemas se puede identificar en mayor o menor proporción al sesgo (bias en inglés), el cual puede ser definido como el conjunto de connotaciones de un tópico (descriptor, palabra clave, etc.), y que marca una tendencia o inclinación o la expresión de una concepción ideológica. El término fue posiblemente extrapolado desde la Estadística donde su significado representa “la propiedad de una muestra estadística que hace que los resultados no sean representativos de toda la población.” (Visual Mathematics Dictionary, 2007). En otras palabras el sesgo constituye una desviación que puede dar lugar a errores en la medición de datos. La revisión primaria de literatura parece indicar que fue Ranganathan quien introdujo el término en el área de Organización del Conocimiento, aunque este dato requiere ser refrendado por un estudio más exhaustivo de la historia del término. En su sistema Colon Classification (Ranganathan, 1960) indica que uno de los diferentes tipos de relaciones que se pueden establecer entre términos es la relación no jerárquica llamada “bias relation” (relación sesgada). Ésta permite clasificar documentos de una disciplina que fueron escritos para lectores de otras disciplinas; por ejemplo: Psicología para entrenadores deportivos. Este sentido de sesgo podría denominarse hoy en día sesgo disciplinario. A través de esta investigación se busca contribuir a la construcción de una perspectiva global del sesgo, que comprenda tanto aspectos teóricos como metodológicos, y generar un impacto en la calidad de los sistemas, en el ajuste a las necesidades de los usuarios, considerando formas de lenguaje que permitan una buena interacción usuario-información y representaciones temáticas políticamente correctas. Asimismo se pretende introducir elementos sustanciales para incorporar a la revisión de los estándares que en general tienden a aportar solo reglas lingüísticas y terminológicas formales.